Un nuevo estudio en Cardiovascular Research, publicado por Oxford University Press, indica que los pacientes con presión arterial alta tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia. Esta investigación también muestra (por primera vez) que una resonancia magnética se puede utilizar para detectar signos muy tempranos de daño neurológico en personas con presión arterial alta, antes de que se presente cualquier síntoma de demencia. La presión arterial alta es una enfermedad crónica que causa daño progresivo a los órganos. Es bien sabido que la gran mayoría de los casos de la enfermedad de Alzheimer y la demencia relacionada no se deben a la predisposición genética sino a la exposición crónica a factores de riesgo vascular. El enfoque clínico para el tratamiento de pacientes con demencia por lo general comienza solo después de que los síntomas sean claramente evidentes. Sin embargo, cada vez está más claro que cuando los signos de daño cerebral se manifiestan, puede ser demasiado tarde para revertir el proceso neurodegenerativo. Los médicos aún carecen de procedimientos para evaluar los marcadores de progresión que podrían revelar alteraciones presintomáticas e identificar a los pacientes con riesgo de desarrollar demencia. Los investigadores examinaron sujetos ingresados en el Centro de Hipertensión de Excelencia Regional de la Sociedad Italiana de Hipertensión en el Departamento de Angiocardioneurología y Medicina Traslacional de la I.R.C.C.S, Neuromed, en Italia. Los investigadores reclutaron personas de entre 40 y 65 años, cumpliendo con el consentimiento informado por escrito y con la posibilidad de realizar una exploración de resonancia magnética de 3 Tesla. Este trabajo se realizó en pacientes sin signos de daño estructural y sin diagnóstico de demencia. Todos los pacientes se sometieron a un examen clínico para determinar su estado hipertensivo y el daño relacionado al órgano blanco. Además, los pacientes fueron sometidos a una resonancia magnética para identificar el daño microestructural. Para obtener información sobre el perfil neurocognitivo de los pacientes, se administró un grupo específico de pruebas. Como resultado primario del estudio, los investigadores trataron de encontrar cualquier firma específica de los cambios cerebrales en la microestructura de la sustancia blanca de pacientes hipertensos, asociada con un deterioro de las funciones cognitivas relacionadas. El resultado indicó que los pacientes hipertensos mostraron alteraciones significativas en tres tractos de fibra de sustancia blanca específica. Los pacientes hipertensos también obtuvieron puntuaciones significativamente peores en los dominios cognitivos atribuibles a las regiones cerebrales conectadas a través de esos tractos de fibra, mostrando una disminución del rendimiento en las funciones ejecutivas, la velocidad de procesamiento, la memoria y las tareas de aprendizaje relacionadas. En general, el seguimiento de la fibra de la sustancia blanca en las imágenes por resonancia magnética mostró una temprana señal de daño en pacientes hipertensos cuando de otra manera no se podía detectar mediante la neuroimagen convencional. Como estos cambios pueden detectarse antes de que los pacientes presenten síntomas, estos pacientes podrían ser tratados con medicamentos antes para evitar un mayor deterioro en la función cerebral. Estos hallazgos también son ampliamente aplicables a otras formas de enfermedad neurovascular, donde la intervención temprana podría tener un marcado beneficio terapéutico. "El problema es que las alteraciones neurológicas relacionadas con la hipertensión generalmente se diagnostican sólo cuando el déficit cognitivo se hace evidente, o cuando la resonancia magnética tradicional muestra claros signos de daño cerebral. En ambos casos, a menudo es demasiado tarde para detener el proceso patológico", dijo Giuseppe Lembo, el coordinador de este estudio. "Hemos podido ver que, en los sujetos hipertensos, hubo un deterioro de las fibras de materia blanca que conectan las áreas del cerebro normalmente involucradas en la atención, las emociones y la memoria, dijo Lorenzo Carnevale, ingeniero informático y primer autor del estudio." Un importante aspecto a considerar es que todos los pacientes estudiados no mostraron signos clínicos de demencia y, en la neuroimagen convencional, no mostraron signos de daño cerebral. Por supuesto, serán necesarios más estudios, pero creemos que el uso de la tractografía conducirá a la identificación temprana de las personas en riesgo de demencia, permitiendo intervenciones terapéuticas oportunas ".
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