A pesar
de los innumerables logros asombrosos que el Homo sapiens ha acumulado durante
los siglos y milenios anteriores, desarrollar una descripción naturalista de la
conciencia sigue siendo uno de los mayores desafíos que enfrenta la ciencia
moderna hoy en día. Un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances
analiza qué redes cerebrales específicas están involucradas en la percepción
consciente, que no solo es filosóficamente fascinante, sino que también es muy
relevante para los médicos y las familias de personas con lesiones cerebrales
que necesitan una información confiable. Manera de averiguar si un paciente
tiene alguna experiencia subjetiva. Quizás el desafío clave al tratar de
identificar los correlatos neuronales de la conciencia (siempre que existan) se
reduce a la dificultad de averiguar el nivel de conciencia de una persona, o su
falta, en la ausencia de capacidad para informar sobre ello. En el estudio, se
implementó un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) en
53 pacientes en estado vegetativo (se cree que no implica experiencia
consciente), 59 pacientes en un estado de conciencia mínima y 47 voluntarios
sanos para controlar su actividad cerebral en reposo. Esta
técnica permite a los investigadores medir cómo las regiones individuales del
cerebro se "comunican" entre sí mediante el seguimiento del
suministro de sangre y los patrones de consumo de oxígeno indicativos de diferentes
niveles de activación. Después de analizar los datos, surgieron dos patrones de
comunicación: uno simplemente reflejaba las conexiones físicas del cerebro
(como entre pares de regiones vecinas que tienen un enlace físico directo), lo
cual no es particularmente interesante ni sorprendente. El otro patrón, sin
embargo, "representó interacciones dinámicas en todo el cerebro muy
complejas en un conjunto de 42 regiones del cerebro que pertenecen a seis redes
cerebrales con importantes funciones en la cognición", dijo la coautora
del estudio Davinia Fernández-Espejo. Y este patrón se observó casi
exclusivamente en pacientes con cierto grado de conciencia...
Por primera vez, los investigadores han realizado una versión del famoso experimento de doble rendija con partículas de antimateria. El experimento de doble rendija demuestra uno de los principios fundamentales de la física cuántica: las partículas puntuales también son ondas. En la versión estándar del experimento, las partículas viajan a través de un par de rendijas en una barrera sólida. En una pantalla en el otro lado, aparece un patrón de interferencia típico de las ondas. Las crestas y valles que surgen de cada ranura se refuerzan entre sí o se cancelan entre sí cuando se superponen, creando bandas alternas de alta y baja densidad de partículas en la pantalla. Este tipo de experimento ha revelado la dualidad onda-partícula de fotones, electrones, átomos e incluso moléculas grandes ( SN: 11/20/10, p. 20 ). Pero es muy difícil generar un haz fuerte y uniforme de antipartículas para hacer el experimento con antimateria. Ahora, un nuevo experimento de estilo de
Comentarios