VATICANO, 22 Jun. 17 / 11:46 am (ACI).
El Papa Francisco recibió esta mañana en el Vaticano a los reyes de Holanda, Willem Alexander y Máxima, de origen argentino, con quienes dialogó sobre diversos temas de interés y a quienes se devolvió en comodato un trofeo de guerra obtenido por los católicos españoles en el siglo XVI. Durante la jornada del encuentro entre los monarcas holandeses y el Santo Padre, se devolvió en comodato al rey Willem Alexander un bastón que perteneció a Guillermo de Orange, que los católicos españoles tomaron de los protestantes en la batalla de Mookerheyde en 1574. El comodato es un contrato por el cual se da o recibe prestada una cosa que puede usarse sin destruirse con la obligación de restituirla después. En la batalla, el bastón fue usado por el hermano de Guillermo, Luigi de Nassau. Tras la victoria de los españoles, pasó a manos de un comandante y luego a un jesuita; y ahora regresa al actual rey holandés que es también Príncipe de Orange. Una nota de las autoridades de Holanda señala que el bastón fue entregado al rey Willem en la Biblioteca Apostólica del Vaticano. “Este bastón –señala el texto– que lleva el escudo de Guillermo de Orange, es ofrecido en comodato de uso por el convento de los jesuitas catalanes San Cugat y es llevado por el Superior General de los Jesuitas, Padre Arturo Sosa Abascal. El bastón se expondrá en el museo nacional militar holandés en Soesterberg desde abril hasta octubre de 2018, en el marco de una muestra sobre Guillermo de Orange”. “La entrega de este bastón representa también un testimonio de reconciliación y de la actual unión entre los dos países y las religiones. Es también un símbolo del largo camino que la Iglesia Católica Romana, pero también el Reino de los Países Bajos, ha recorrido del pasado de rivalidad, guerra y represión, hasta un presente de respeto recíproco y de promoción de la paz y de los derechos humanos”, resalta la nota. En el encuentro entre el Papa y los reyes, el Santo Padre recibió como obsequio unos tulipanes blancos y amarillos, los colores del Vaticano. El Pontífice comentó al respecto que “no solo para Pascua las flores vaticanas debería estar en el Vaticano. ¡Hay que plantarlas!”
El Papa Francisco recibió esta mañana en el Vaticano a los reyes de Holanda, Willem Alexander y Máxima, de origen argentino, con quienes dialogó sobre diversos temas de interés y a quienes se devolvió en comodato un trofeo de guerra obtenido por los católicos españoles en el siglo XVI. Durante la jornada del encuentro entre los monarcas holandeses y el Santo Padre, se devolvió en comodato al rey Willem Alexander un bastón que perteneció a Guillermo de Orange, que los católicos españoles tomaron de los protestantes en la batalla de Mookerheyde en 1574. El comodato es un contrato por el cual se da o recibe prestada una cosa que puede usarse sin destruirse con la obligación de restituirla después. En la batalla, el bastón fue usado por el hermano de Guillermo, Luigi de Nassau. Tras la victoria de los españoles, pasó a manos de un comandante y luego a un jesuita; y ahora regresa al actual rey holandés que es también Príncipe de Orange. Una nota de las autoridades de Holanda señala que el bastón fue entregado al rey Willem en la Biblioteca Apostólica del Vaticano. “Este bastón –señala el texto– que lleva el escudo de Guillermo de Orange, es ofrecido en comodato de uso por el convento de los jesuitas catalanes San Cugat y es llevado por el Superior General de los Jesuitas, Padre Arturo Sosa Abascal. El bastón se expondrá en el museo nacional militar holandés en Soesterberg desde abril hasta octubre de 2018, en el marco de una muestra sobre Guillermo de Orange”. “La entrega de este bastón representa también un testimonio de reconciliación y de la actual unión entre los dos países y las religiones. Es también un símbolo del largo camino que la Iglesia Católica Romana, pero también el Reino de los Países Bajos, ha recorrido del pasado de rivalidad, guerra y represión, hasta un presente de respeto recíproco y de promoción de la paz y de los derechos humanos”, resalta la nota. En el encuentro entre el Papa y los reyes, el Santo Padre recibió como obsequio unos tulipanes blancos y amarillos, los colores del Vaticano. El Pontífice comentó al respecto que “no solo para Pascua las flores vaticanas debería estar en el Vaticano. ¡Hay que plantarlas!”
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