Seguramente has escuchado hablar de ellos. Los alimentos transgénicos son aquellos productos modificados mediante procesos altamente cuidadosos de ingeniería en los que se les insertan genes exógenos de otras especies a animales o plantas. Sin duda este tipo de métodos para mejorar el linaje de las especies tratadas significa un avance importante para la ciencia; sin embargo, varias preguntas quedan expuestas al aire; ¿qué beneficios aportan los alimentos transgénicos?, ¿son seguros? y de ser así, ¿cuáles son sus posibles efectos?. Antes de responder a dichas cuestiones hay que hablar un poco más acerca del surgimiento de estos productos modificados. A lo largo de la historia se ha demostrado la eficiencia del proceso de selección natural, un término empleado por primera vez por Charles Darwin en el que se describe como las especies de la naturaleza (humanos, animales, plantas y hasta microorganismos) se basan en procesos de selección —valga la redundancia— donde se escoge como pareja sexual para la procreación, a individuos con características más destacables para garantizar una descendencia con mejores genes capaces de adaptarse de forma más eficaz al medio en el que se desenvuelven. Aprendiendo de ello, el hombre, desde hace muchos años, ha intervenido en el mismo proceso de otras especies de plantas y animales para asegurar que el linaje de sus descendientes obtuvieran características por encima del promedio, beneficiándose a sí mismos a partir de ello. Dicha producción selectiva provocó la aparición de nuevas y mejoras especies, aunque el proceso requirió de cantidades considerables de tiempo. Más tarde, con los avances tecnológicos, la ingeniería genética permitió agilizar el proceso, pasando los genes deseados de un animal a otro, de una planta a otra e incluso de una planta a un animal y viceversa para concentrarse en la transferencia solo de los genes deseados por el hombre; sin embargo, no todos los procedimientos han resultado exitosos, repercutiendo en la mala calidad de las especies tratadas. Si bien el proceso de creación de alimentos transgénicos puede acarrear varios efectos secundarios, no sólo en la salud de las personas, sino también en los especímenes utilizados para el procedimiento, hay que reconocer que aportan ciertos beneficios que han permitido que la investigación para la mejora de estos productos continúe.
Beneficios de los alimentos transgénicos:
Algunos de los beneficios de los alimentos transgénicos, entre otros, son:Alimentos con mejores y más cantidad de nutrientes. Mejor sabor en los productos creados.
Mejor adaptación de las plantas a condiciones de vida más deplorables. Aumento en la producción de los alimentos con un sustancial ahorro de recursos. Aceleración en el crecimiento de las plantas y animales. Mejores características de los alimentos producidos a la hora de cocinarse. Capacidad de los alimentos para utilizarse como medicamentos o vacunas para la prevención y el tratamiento de enfermedades.
Desventajas de los alimentos transgénicos:
Sin embargo, a pesar de las ventajas que pueden aportar para quien los consume, muchos expertos y organizaciones se oponen a la comercialización de los alimentos transgénicos, principalmente por los daños al medio ambiente y a la salud que estos pueden causar, entre ellos:
Incremento de sustancias tóxicas en el ambiente. Perdida de la biodiversidad. Contaminación del suelo. Resistencia de los insectos y hierbas indeseadas ante medicamentos desarrollados para su contención. Posibles intoxicaciones debido a alergias o intolerancia a los alimentos procesados.
Daños irreversibles e imprevisibles a plantas y animales tratados
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