El Programa de respuesta a la crisis mundial de los alimentos (GFRP) (pdf) (i)
Fondos para ayudar a los países a satisfacer sus necesidades alimentarias inmediatas y a más largo plazo.
Programas para suministrar semillas y fertilizantes, ofrecer protección social y abordar cuestiones normativas.
Un total de 14 países recibirán US$123 millones al mismo tiempo que se están asignando US$291 millones adicionales en concepto de donación para abordar las necesidades inmediatas derivadas de la crisis de los alimentos.
15 de agosto de 2008. El rápido aumento del precio de los alimentos constituye una carga para los pobres de los países en desarrollo, que gastan en ese rubro alrededor de la mitad de los ingresos del grupo familiar. El vertiginoso encarecimiento de alimentos básicos tales como el arroz, el maíz y el trigo se ha visto agravado por el alza de precios en los surtidores, lo que motivó pedidos de ayuda alimentaria de urgencia en muchos países del mundo.
“Nuestra respuesta al doble desafío que representa el explosivo incremento de los precios de los alimentos y los combustibles será prueba del compromiso del sistema mundial para ayudar a los más vulnerables”, dijo Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, en el transcurso de las actividades paralelas a la Cumbre del Grupo de los Ocho celebrada recientemente en el Japón. “Es una prueba en la que no podemos permitirnos fallar”.
En mayo de 2008, el Banco Mundial aprobó un nuevo mecanismo de financiamiento rápido por valor de US$1.200 millones destinado a abordar las necesidades inmediatas derivadas de la crisis de los alimentos. El Programa de respuesta a la crisis mundial de los alimentos (GFRP, por sus siglas en inglés) (pdf) tiene por objeto hallar un equilibrio entre la estabilización de la problemática alimentaria a corto plazo y medidas encaminadas a garantizar que los países puedan afrontar mejor la situación a mediano plazo.
En el marco del programa, los países pueden escoger, entre una serie de medidas e inversiones, las que mejor se adapten a sus respectivas circunstancias, como programas para abordar políticas de precios, protección social y nutrición, y el suministro de semillas y fertilizantes.
Hasta la fecha, el Banco ha aprobado y comenzado a desembolsar US$123 millones en catorce países. Se encuentran pendientes de aprobación un programa por un total de US$7 millones. Asimismo, se están asignando US$284 millones adicionales en concepto de donación para programas en otras 13 naciones.
Fondos para ayudar a los países a satisfacer sus necesidades alimentarias inmediatas y a más largo plazo.
Programas para suministrar semillas y fertilizantes, ofrecer protección social y abordar cuestiones normativas.
Un total de 14 países recibirán US$123 millones al mismo tiempo que se están asignando US$291 millones adicionales en concepto de donación para abordar las necesidades inmediatas derivadas de la crisis de los alimentos.
15 de agosto de 2008. El rápido aumento del precio de los alimentos constituye una carga para los pobres de los países en desarrollo, que gastan en ese rubro alrededor de la mitad de los ingresos del grupo familiar. El vertiginoso encarecimiento de alimentos básicos tales como el arroz, el maíz y el trigo se ha visto agravado por el alza de precios en los surtidores, lo que motivó pedidos de ayuda alimentaria de urgencia en muchos países del mundo.
“Nuestra respuesta al doble desafío que representa el explosivo incremento de los precios de los alimentos y los combustibles será prueba del compromiso del sistema mundial para ayudar a los más vulnerables”, dijo Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, en el transcurso de las actividades paralelas a la Cumbre del Grupo de los Ocho celebrada recientemente en el Japón. “Es una prueba en la que no podemos permitirnos fallar”.
En mayo de 2008, el Banco Mundial aprobó un nuevo mecanismo de financiamiento rápido por valor de US$1.200 millones destinado a abordar las necesidades inmediatas derivadas de la crisis de los alimentos. El Programa de respuesta a la crisis mundial de los alimentos (GFRP, por sus siglas en inglés) (pdf) tiene por objeto hallar un equilibrio entre la estabilización de la problemática alimentaria a corto plazo y medidas encaminadas a garantizar que los países puedan afrontar mejor la situación a mediano plazo.
En el marco del programa, los países pueden escoger, entre una serie de medidas e inversiones, las que mejor se adapten a sus respectivas circunstancias, como programas para abordar políticas de precios, protección social y nutrición, y el suministro de semillas y fertilizantes.
Hasta la fecha, el Banco ha aprobado y comenzado a desembolsar US$123 millones en catorce países. Se encuentran pendientes de aprobación un programa por un total de US$7 millones. Asimismo, se están asignando US$284 millones adicionales en concepto de donación para programas en otras 13 naciones.
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